El dominicano que revolucionó el agua embotellada

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En los años 60, la idea de beber agua purificada era aún una novedad en la República Dominicana. El acceso al agua potable y segura se limitaba principalmente a marcas internacionales que dominaban el mercado, y los dominicanos sin alto poder adquisitivo recurrían al tradicional método de hervir el líquido en casa para garantizar su consumo.

Fue ante este contexto que Juan Dauhjare, conocido como Johnny, comenzó a gestar la idea de purificar agua después de una visita a Venezuela, donde observó que ya se usaban filtros sofisticados en la producción de refrescos, que podrían utilizarse para el agua, esto despertó la posibilidad de crear algo similar en el país al contar con los equipos de su fábrica familiar de gaseosas Dumbo.

"Recuerdo que mi tío, cuando probó el agua de nuestra fábrica de refrescos, me dijo que tenía un sabor excelente y que podríamos hacer algo con eso. Fue ese comentario el que me encendió la chispa", señala Dauhjare a Diario Libre, con una sonrisa que delata lo que fue un momento crucial en su vida.

Para ese momento, el mercado dominicano solo conocía el agua importada, como Polan, que se vendía en botellas de vidrio y tenía un costo inaccesible para muchos.

Primer botellón

El jueves 1 de septiembre de 1966, Dauhjare junto con sus socios sacó al mercado el primer botellón de agua local purificada bajo la marca "Agua Niágara". "Recuerdo que el camión que transportaba el agua era cerrado, porque era la única forma de garantizar que el producto llegara en condiciones óptimas", indica.

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Recipiente del agua Niágara (FUENTE EXTERNA)

El precio del líquido valía RD$1.00 (un peso dominicano), el soporte metálico RD$ 2.50 y el depósito por el botellón de vidrio RD$3.00, para un total de un RD$ 6.50 pesos dominicanos la primera vez. En las próximas ocasiones solo se pagaba por llenar el recipiente de agua.

Al introducir la marca, Johnny no estuvo exento de retos; uno de los mayores fue convencer a los dominicanos de que el agua purificada era una opción viable. "La gente no entendía por qué deberían pagar por agua cuando solo se acostumbraban a hervirla. Fue un trabajo de educación", recuerda.

El agua, purificada mediante un proceso rudimentario que incluía filtros de carbón y arena, se convirtió rápidamente en un producto popular. Al principio, los precios eran absequibles, y la idea de ofrecerla en botellones fue un golpe de frescura en un mercado que no sabía que podía haber algo mejor que hervir el agua en casa.

Dauhjare no solo apostó por ofrecer agua en botellones, una idea innovadora para la época, sino que además perfeccionó el proceso de purificación.

Hoy en día, se siente orgulloso de haber sido uno de los pioneros de la industria en el país. "Ver cómo el negocio del agua ha crecido y cómo la gente ahora entiende la importancia de consumir agua purificada, me llena de satisfacción", afirma.

Un paso más allá

Al poco tiempo, Dauhjare decidió salirse de la sociedad en la que estaba involucrado y, en marzo de 1967, fundó su propia marca "Agua la Roca", un nombre que, a pesar de su simplicidad, realmente marcaría la diferencia en el proceso.

En octubre de ese mismo año, el mercado vio la llegada de "Agua Cristal", una marca importada, que también decidió incursionar en la venta de agua en botellones "Recuerdo que Agua Cristal tuvo problemas con su planta de embotellado, y fue entonces cuando me pidieron que los ayudara. Yo estaba produciendo 'Agua la Roca', y desde 1967 hasta 1969, estuve embotellando el Agua Cristal", explica.

Pese a los desafíos, como la falta de confianza en el nuevo mercado de agua purificada, Dauhjare no se detuvo. Su pasión por ofrecer calidad a los dominicanos lo llevó a seguir innovando en el sector, lo que más tarde le permitió diversificar su negocio hacia otros productos como el refresco Royal Crown Cola en abril de ese año.

El legado

En 1969, Dauhjare vendió su marca "La Roca" en unos 28,000 pesos. Sin embargo, ese dinero no solo sirvió para una venta exitosa, sino para cimentar su legado en la industria.

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Infografía
Recipiente del agua Niágara (FUENTE EXTERNA)

"El dinero de la venta me permitió invertir en otro proyecto, y, aunque vendí la fábrica, nunca dejé de estar vinculado a la industria de bebidas", expresa.

La venta de la marca fue solo un capítulo en la historia de este pionero, quien el 27 de septiembre 1975 volvió a lanzarse al mercado con "Agua Polar". Aunque la industria de agua purificada ya había madurado, Dauhjare nunca dejó de seguir su pasión por ofrecer agua más limpia y saludable para los dominicanos, aunque tuvo que cerrar el negocio.

En abril del 1996, inició con otra marca conocida como "Agua los Alpes", que cerró en octubre de 2005 ante la crisis económica de la época.

Dauhjare, ahora con 80 años, sigue siendo una figura respetada en el ámbito empresarial. Aunque se ha retirado del negocio de agua, su legado persiste en las marcas locales y en la transformación que logró en la industria de bebidas del país.

Egresada de la Universidad Católica de Santo Domingo. Apasionada por el periodismo humano, con experiencia destacada en temas políticos, culturales y de moda.

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